viernes, 8 de abril de 2016

CUANDO LOS DOMINGOS TE DEJAN PEOR DE LO QUE ESTABAS, NO MEJOR


En el matrimonio se le suele llamar la crisis de los siete años, y no superarla puede significar tener que lamentarlo para siempre. Pero si igual que María y José después de 12 años con Jesús, tu también le has perdido en la iglesia, y llegas a la 1 del mediodía del domingo con más alivio que renovación, ¿como se supera eso? La primera vez que fui a la iglesia, en 1977, aunque nunca haya pensado en ello hasta hoy, habían preparado el lugar para mi. Algunos habían construido el edificio, otros han comprado sillas y muchos otros me dieron la bienvenida. No pocas de esas personas llevaban ya años allí, y todo lo que para mi suponía el descubrimiento de un mundo nuevo, ellos ya lo habían escuchado antes. Muchas veces. Igual que tú y que yo ahora. Sin embargo, la madurez implica que ahora nos toca a nosotros preparar un lugar para los que van a llegar. Quizás la iglesia no cambia mucho por dentro, pero tu y yo si que podemos hacerlo. La madurez también significa que ninguna reunión va a satisfacer nuestras necesidades, porque solo Dios puede satisfacer el anhelo de nuestro corazón y nuestras almas cansadas solo pueden encontrar descanso en su presencia. Y él está presente en cada reunión.

© Esta imágen libre de derechos fue suplida por Creative Commons y Flickr: Jesus Looks Bored By Katie Yaeger Rotramel.

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