miércoles, 5 de febrero de 2014

¿ESTA BIEN QUE ESTE ORGULLOSO EL PAVO REAL?


No es muy frecuente que veamos el estar orgulloso de una manera positiva, de hecho después de oír todos los cuentos tristes de predicadores de rostro sombrío, la mayoría de nosotros corremos asustados de la palabra “orgullo”. Ayudamos a los jóvenes innovadores con una visión de perseverar a través de la pobreza, porque ellos y nosotros vemos las posibilidades de la suficiencia de Dios en el futuro, nos quedamos con ellos a través de la oscuridad recordándoles que al final valdrá la pena. Luego, cuando llega la prosperidad es fragante y nos regocijamos con ellos, pero si el orgullo sigue después del aroma, el llanto no se queda atrás. Así que odiamos estar orgullosos. Sin embargo, me siento orgulloso, estoy orgulloso de mi joven amigo Juan que nada contra la corriente continua de la presión de grupo y la vida sin preocupaciones. Él visita África y la India por su propia cuenta para invertir en las personas que se preocupan por los perdidos, los últimos y los menos. Estoy orgulloso de Juan y de muchos como él, pero, ¿si le digo y lo expongo a convertirse en orgulloso? Sin lugar a dudas, se necesita madurez y el momento indicado en ambas partes antes de que se hable de la palabra temible que empieza con O; ¡Qué terrible confusión! Una palabra con dos significados que aún nos encontramos con tanto miedo de decir que estamos orgullosos de la manera correcta, que podemos robarle a alguien la afirmación justo cuando más la necesita. Ciertamente, es una cuerda floja para caminar.

La imágen fue suplida por Creative Commons: © by gundy

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