sábado, 11 de abril de 2015

COLOREANOS DE TI


Somos un mosaico en el que cada pequeña pieza o persona si se toma sola puede parecer tan insignificante. Uno de nosotros puede ser de color rojo brillante, otro azul frío o un color verde opaco, otro amarillo sostenido, otro un cálido púrpura tocando una de oro brillante. ¿Cómo te sientes? Algunos de nosotros nos vemos preciosos, otros más ordinarios. Algunos pueden confundir los mas brillantes como valiosos, y otros quizás menos, pero las primeras impresiones a menudo pueden engañar. Algunos de nosotros nos vemos más llamativos, otros son delicados tonos pastel. Como piedras individuales, la gente tiende a comparar y juzgar su belleza y valor. Cuando, sin embargo, todas estas pequeñas piedras vivas están pegadas entre sí por el genio del Espíritu de Dios en un intrincado mosaico que se esfuerza para retratar a Jesús vivo a medida que camina en la sociedad, ¿quien podría jamás cuestionar la importancia de una piedra cualquiera? Si uno solo de ellos, incluso el menos colorido, falta, nuestro retrato de Jesús está incompleto. Y me temo que lo está, porque puede ser usted el que estamos esperando. Dónde estamos, en los cinco continentes, cada piedra es indispensable y añade un color y textura únicos para hacer el amor de Dios visible. Así que coloréanos de ti, por favor.

© Esta imágen libre de derechos fue suplida por Creative Commons y Flickr: Murals And Mosaics By William Murphy.

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