Abram e Isaac caminaban por un lado de la montaña con el corazón pesado, sin embargo, al mismo tiempo en el otro lado de la misma montaña y completamente fuera de la vista, el Señor también estaba haciendo el ascenso. Estaba preparando un carnero el cual ató a unos arbustos en la cima. El llegó al problema primero, porque siempre lo hace, y dejó su respuesta en el lugar, lista para que Abram e Isaac la encontraran un poco más adelante. Ellos caminaron trabajosamente siempre esperando lo peor al llegar a la cima, completamente inconscientes de que fuera de su vista ya se había cumplido su necesidad. No podían ver la provisión de Dios hasta que el momento crítico llegó, cuando descubrieron que no se enfrentan a la pérdida después de todo. Muchos años después, Jesús dijo intrigantemente a sus amigos que se enfrentaban a su propia pérdida, "después de que haya resucitado, iré delante de ustedes." Con el fin de cumplir su palabra, Jesús tenía que pasar por la crucifixión, la muerte, el infierno, la resurrección de los muertos y mover una tonelada de piedra para dejar una tumba vacía atrás. Sabiendo esto, ¿Se puede imaginar ahora alguna probabilidad para que Jesús no esté ahí para usted y la provisión que necesita ya le espere?
© Esta imágen libre de derechos fue suplida por Creative Commons y Flickr: Omani Mountain Sheep By Krishnakumar Omanakuttan.
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