miércoles, 20 de abril de 2016

NOMBRES EXTRAÑOS Y DIOSES TODAVÍA MÁS EXTRAÑOS


Air Afrique dejó a los pocos pasajeros que se atrevieron a bajar, en medio de una escena prehistórica de chavolas de paja, perros rabiosos, burros y fogatas repartidas por lo que sirvió como aeropuerto. Hombres enormes con armas todavía más grandes registraban a cada visitante, mientras el DC10 despegaba veloz, llevándose consigo el siglo XX. Mis compañeros de viaje se desvanecieron en la oscuridad al caer lo noche y yo me quedé solo. Ignorando que mis cartas aceptando la invitación a Burkina Faso seguían en la Oficina de Correos sin ser recogidas. Llevaba conmigo 50 dólares y 50 kilos de ropas para regalar, sin una dirección a donde ir, ni idioma que hablar, ni un número de teléfono al que llamar - el aeropuerto tampoco tenía ningún teléfono que funcionase. En ese momento, una voz burlona dentro de mi cabeza me insinuaba que en cualquier momento podría estar muerto o en la cárcel; no lo discutí. Entonces, a través del humo de cien ollas de cocina, vi una cola de taxis viejos con sus conductores mirando al hombre blanco. "Eglise," dije, "iglesia," ¡cualquier iglesia! Nos detuvimos delante de muchos edificios de barro sin iluminación alguna , uno tras otro, observando nombres muy extraños y puede que siendo observados desde dentro, por dioses aún más extraños. "Non" dije, "Non, non, non," Hasta que increíblemente nos topamos con un grupo de hombres blancos, todos leñadores de Alaska, que habían venido en su viaje misionero anual para construir iglesias rurales. En ese momento, me sentí como el siervo de Abraham en Génesis 24:27, aquel que cruzó el desierto sin rumbo y fue a parar justo delante de la puerta de casa de los parientes de su amo. El desconcertado taxista tomó unas monedas, me dijo "au revoir", me miró de forma extraña, sacudió la cabeza, y se fue para su casa con una historia fuera de serie que contar.

© Esta imágen libre de derechos fue suplida por Creative Commons y Flickr: Vintage Poster by IamJomo.

1 comentario:

  1. Ah! mi querido hermano! Es verdad que Dios se mueve de manera milagrosa, sorprendente y especial. Cómo lo cuida y protege. Nuestro incomparable Dios reciba gloria, honor y alabanza, amén.

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