Tenemos que ir con cuidado con lo que decimos porque si mencionamos nombres, bien podría tener consecuencias desagradables para las personas implicadas.
En un país limítrofe con Etiopía, Sudán, Kenia y Somalia, nuestro amigo Victor (su verdadero nombre es diez veces más difícil de pronunciar) fue a visitar a gente no alcanzada, ido al lugar donde viven, o inalcanzable, por haber nacido en medio de la antigua religión árabe.
Victor ha dicho hoy, "En diez días en el lugar más remoto, Dios me dio una victoria milagrosa, pues pude fundar una nueva iglesia allí. En las fotos podrás ver los nuevos creyentes, quienes han dejado la religión ancestral mayoritaria, por haber conocido a Jesús, el cual les ha liberado de diferentes prisiones demoníacas. Están aprendiendo a ser discípulos y pronto serán bautizados, cuando yo regrese con más Biblias para estos nuevos seguidores de Cristo. Por favor, seguid orando. Dios está obrando maravillosos milagros en su Reino."
Haz clic aquí para ver la fotos.
Cuando hablamos de los fondos que ayudaron a que esta misión se llevara a cabo, una de nuestras socios remarcó con razón que ya habíamos apoyado a "Victor" dos veces, y preguntó si era correcto apoyar otro viaje tan pronto. El factor decisivo fue que allí donde "Victor" vive y sirve, es tiempo de cosecha en el Señor. La verdad es que si queremos tomar parte en la siega de esa cosecha para Jesús de almas inalcanzadas, líderes sin formación y pobres desatendidos, necesitamos a nuestro "Victor" y a muchos más como él.
De hecho, le necesitamos mucho más de lo que él nos necesita a nosotros.
© Esta imágen libre de derechos fue suplida por Creative Commons y Flickr: Circus Smirkus Static Trapeze by H.Powers.
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