La semana pasada, mientras estaba limpiando las ventanas de la casa, nuestro perro vino y silenciosamente se estiró en el piso como generalmente lo hace. Dí un paso atrás para admirar mi resplandeciente ventana y me tropecé con la criatura. El balde de agua voló por los aires, se volcó vaciando su contenido sobre el perro que para ahora estaba corriendo para salvar su vida. Con la punta del pie di un golpe a la pata de una silla produciendo todos los efectos de sonido de una de las películas de Los Hnos. Marx de los años 30. Eso fue muy divertido para todos los que estaban viendo en ese momento, pero no tan divertido una hora después cuando el dedo de mi pie se había vuelto morado. Una semana después, todavía estoy cojeando. Es aún mas molesto cuando todos los que me ven, me preguntan con mucha preocupación por el perro! Evidentemente con razón la Biblia dice, "Ten cuidado de los perros," aún si estas palabras de advertencia en Filipenses 3.2, de las versiones anteriores de la Biblia, se refieren de hecho a esa variedad más peligrosa de caninos de dos piernas, el predicador legalista en su traje. Nunca permitas ser presionado por él para creer que el amor de Dios significa la observación de las reglas inumerables hechas por el hombre, en lugar de amarlo a El, por sobre todo, y disfrutar de él y de Su amor por siempre.
© Esta imágen libre de derechos fue suplida por Creative Commons y Flickr: She Licks And Clicks por US Army.
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